Me siguen llegando correos sobre el teletón, explicando como está el sistema de organización bajo el cual las televisoras (cuyo nombre no voy a escribir) se hacen de una lana, mediante la compasión de la gente por los minusválidos (llamenles como quieran).
Lo malo ( y lo acabo de vivir) es que las personas que andan boteando son compañeros de trabajo, vecinos y hasta amigos. Personas a las cuales por razones de amistad o compromiso moral no les puedes negar una moneda (que tanto puedes aportar). Ya que de otra manera te tacharían de
culero; si ya de por si, a mi me tachan de
culerisísimo mejor no moverle.
En fin, que cada quien haga lo que su conciencia le dicte, yo por mi parte seguiré en contra de mantener a los
cabrones empresarios que usan una buena causa para seguirese enriqueciendo...minimo que inviten, no?
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