viernes, 17 de julio de 2009

Alucinaciones de borrachera


Que será de ella en esta vida?. Me pregunté hace poco. Casi no la recuerdo, a veces ya medio ebrio y con la nostalgia que nos caracteriza a los nostálgicos (...?), imagino como será su cara. Quizá mas vieja, mas gorda o... que se yo.
Todavía me acuerdo de cuando fuimos novios. Si ella, la méndiga que se creía fresa y odiaba la música que yo escuchaba, pero que no se animaba a terminar conmigo por que, según ella; se sentía protegida a mi lado. Decía que yo era algo así como un superman, que la protegía de todo lo malo a su alrededor. Y como no, si a la escuela a la que íbamos estaba llena de “malandros”, muchos a los que “madrié” y muchos los que me madrearon. Pero esa era la ley, si te dejabas te iba peor.
Recuerdo que me decía que para tener paz hay que ofrecer paz, pero la cosa no era tan fácil.
Cuantos regalos me hizo y hasta me escribió versos (poemas, decía ella), hasta casi puedo asegurar que gracias a ella empecé a escribir “poesía”. Yo, la verdad, no tenia lana pa` darle un buen regalo, de hecho nunca le regalé nada.
Cuantos lugares frecuentábamos, eso fue lo más difícil cuando terminamos, porque a donde salía; la recordaba. Y esas tardes interminables, conversando, riendo.
Pero como todo lo que empieza acaba. Un día de repente terminó conmigo, no me dijo porqué, es mas ni siquiera se despidió. A los tres días volvió a hablarme y quería que la perdonara. Pero yo no sabia que perdonarle. Según ella, sólo quería ponerme a prueba, mas no me dijo de qué. Y yo con mi maldito orgullo, como siempre, no acepté volver con ella.
La verdad, pensándolo bien, hasta me caía mal. Siempre tan prepotente (no conmigo), nada le parecía, se creía la hija predilecta de dios y sentía que el mundo le debía el haber nacido en él. “Fresa” se decía ella, para mi mas bien era como incomprendida.
Y ahí terminó todo, no he vuelto a saber de ella en años. No me di la oportunidad de fracasar a su lado, porque lo mas seguro es que así fuese.
Para mi fortuna todo acabó ese dia, no se si decirlo: tan desdichado o tan afortunado. Lo que si se es que si hubiera seguido con ella, quizá no habría encontrado a la que es mi razón de de existir.
Si es cierto, a veces; todavía la recuerdo. Pero es sólo eso...un recuerdo.

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