Amit era un alto funcionario de la corte del Rey
Akbar. Hacía ya algún tiempo, él nutría un deseo de chupar los
voluptuosos senos de la Reina hasta extasiarse. Un día, le reveló su deseo
secreto a Birbal, el consejero del Rey, y le pidió que lo
ayudara. Después de pensarlo bien, Birbal estuvo de acuerdo en ayudarlo a cambio
de mil monedas de oro. Amit aceptó el precio.
Al día siguiente, Birbal preparó un líquido que causaba
comezón y lo derramó en el sostén de la Reina que había dejado fuera mientras se
bañaba. Poco después comenzó la comezón en sus senos, aumentando en intensidad a
medida que pasaban las horas, dejando al Rey muy preocupado.
Enseguida llamaron a Birbal para solicitar su opinión sobre
el caso, a lo que él contesta que solamente una saliva muy especial aplicada por
un periodo de cuatro horas curaría el mal. Birbal también dijo que
afortunadamente esa saliva podría ser encontrada en la boca de Amit.
El Rey Akbar mandó a llamar a Amit
inmediatamente, quien por las siguientes cuatro horas chupó salvajemente los
senos de la Reina.
Lamiendo, mordiendo, apretando y manoseando los senos de la Reina, Amit hizo
su sueño realidad.
Satisfecho, Amit se encontró horas más tarde con
Birbal.
Como la misión de aquel ya estaba cumplida y la libido de
Amit satisfecha, éste se rehusó a pagar al consejero y encima
se hizo el indignado.
Por supuesto, Amit sabía que Birbal nunca
podría contar al Rey la verdad.
Pero Amit había subestimado a Birbal.
Al día siguiente, Birbal, para vengarse, colocó el mismo líquido en
los calzoncillos del Rey, quien inmediatamente mandó a llamar a Amit.
domingo, 27 de mayo de 2012
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